Lejos de la luna
Pero bendecido por su luz
El joven medita en la veredita
Recostado, esperando su captor
Ese que lo transformara
En una bestia feroz
Respira un tibio frío
Que lo impacienta aun peor
Pero su espera no dura mucho más
Y una sonrisa aparece en su rostro
Cuando lo ve a el llegar
Se abrazan, se besan
Se tocan, se apretan fuerte
Casi hasta ahogarse
Se estimulan, y en pleno trance
Comienzan el ritual
El más fuerte y grande lo sujeta firme,
No lo deja escapar
Abocando el fuego liquido
En la espalda de su victima sumisa
Es tanto el calor que ya no pueden respirar
Y en un veloz vaivén de alaridos
Se dejan desfogar
Se quitan sus prendas manchadas de pecado
Para volver a empezar
Esta vez es más fuerte
La unión entre sus cuerpos
Y sin deslomar sus fluidos internos
Entran en un clímax extenso
Que no los hace pensar en nada más
El mas pequeño sangra, siente que pierde parte de el
Pero se siente bien,
Adora ese cruce de miradas que tienen los dos después de terminar
No muestran vergüenza,
Ya que no hay discurso moral
Ni una regla dictada
Que determine una manera de amar
ALEJANDRO SERRA© DERECHOS RESERVADOS
